¡Bienvenidx a nuestro tercer tip para un liderazgo con propósito!
En esta ocasión, hablaremos sobre Comunicación Transparente y Efectiva. ¿Cuántas veces te ha tocado, como líder, transmitir una información que tu equipo no entendió como tú esperabas? ¿Cuántas veces los resultados de las acciones demuestran que hubo un error de comunicación? ¡Seguro que en más de una ocasión!
Y es que la comunicación es un acto humano, que por el simple hecho de serlo, está sujeto a errores, a interferencias, a diferencias de interpretación. Hoy nos enfocaremos en un aspecto de la comunicación que nos parece crucial: el balance entre transparencia y posibilidades de procesamiento de información.
¿A qué nos referimos? La transparencia como valor, materializada en buenas prácticas de comunicación como informar al equipo las decisiones relevantes, de manera oportuna y clara, es un gran elemento para favorecer el clima laboral y desarrollar sentido de pertenencia en los equipos. Sin embargo, hay ocasiones en que esa transparencia genera malestar, más incertidumbre (¡en un mundo que ya es suficientemente cambiante!), e incluso ansiedad.
¿Te ha pasado que en tu trabajo (o en la vida) te enteras de algo que preferirías no saber en ese momento? Ya sea porque no estás preparado/a, porque la información no es clara, o bien porque no es atingente para ti: sea cual sea la razón, no es una experiencia agradable ni refleja tampoco un liderazgo efectivo a la hora de comunicar.
En este contexto, a pesar de tener una excelente intención a veces, cometemos errores desde el rol de liderazgo en materia de comunicación. ¿Cómo prevenirlos? Te dejamos a continuación 3 preguntas clave que puedes hacerte antes de comunicar un mensaje a tu equipo:
¿Esta información es relevante para su desempeño?: Si la respuesta es sí, por supuesto que hay que comunicarlo. Y puede ser relevante tanto directa como indirectamente, por lo que se hace necesario analizarlo desde más de una mirada. Te invitamos a ponerte en el lugar de dos o tres personas de tu equipo a la hora de recibir la información: ¿para qué les sirve saber eso que vas a comunicar? En caso de que no sirva para mucho, quizás debas replantearte la necesidad y los beneficios de comunicarlo.
¿La manera en que lo voy a comunicar es suficientemente clara para todos y todas?: A veces, por manejar mucha información de distintos niveles desde el rol de liderazgo, lo que a nosotros/as nos parece claro, termina siendo un gran enredo para el equipo. Por esto es necesario preguntarnos cuáles son las piezas de información clave que una persona necesitaría para comprender lo que estoy comunicando. Si alguna de esas piezas clave no es de conocimiento de alguna persona de tu público objetivo, te recomendamos explicitarla como contexto antes de continuar con tu comunicado.
¿Mi equipo está en condiciones de procesar esta información?: Esta última pregunta nos parece trascendental para encontrar el punto preciso de la transparencia en la comunicación. Ser transparentes no debe implicar entregar información que nuestras contrapartes no serán capaces de procesar, pues eso refleja una falta de empatía con ellas. Como líderes, es nuestro deber entregar a tiempo la información que nuestros equipos pueden procesar, aquella para la que están preparados/as. Esto implica que: la puedan comprender en su contexto, que puedan hacer algo al respecto, y que tengan los elementos necesarios para sumarse activamente a esa información. No se trata de ser paternalistas, sino que más bien realistas. Cuando entregamos información que nuestro equipo no puede procesar, simplemente hacemos un daño.
¿Cuál es el próximo mensaje clave que quieres transmitir a tu equipo? ¿Cambia en algo la perspectiva que tenías de esa comunicación, a la luz de estas tres preguntas?
Esperamos que te sean útiles para alcanzar una comunicación transparente y efectiva al mismo tiempo con tu equipo.