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La frustración laboral en un mundo altamente exigente.



En la actualidad, las exigencias sobre la vida son muy altas: tener un buen trabajo, tener familia, ser exitosx, mantener una vida saludable, y un infinito etc., y por si fuera poco, todo al mismo tiempo, generando una expectativa muy alta sobre nosotrxs mismxs que muchas veces es difícil de cumplir.


En el ámbito laboral, esto es muy similar: el cumplimiento de metas, la sobrecarga laboral, el clima laboral competitivo, son factores determinantes en nuestra sensación de bienestar. Por eso, es común que se genere frustración, ya sea por la presión de las jefaturas, por la carga de trabajo o por situaciones personales que impiden la sensación de logro en la persona.

En general, la frustración se manifiesta ante la presencia de exigencias o contratiempos que son percibidos como obstáculos para alcanzar los propios objetivos, generando una sensación de fracaso, ansiedad o estrés en la persona que le impide o dificulta sobreponerse a ello.


Por el contrario, la tolerancia a la frustración se refiere a un estado emocional y conductual positivo, que refleja la capacidad de espera, paciencia y calma, con actitud reflexiva frente a una situación en la que un deseo, proyecto, o necesidad no se satisface o no se cumple.


Pero, ¿cómo podemos trabajar la frustración en el trabajo?

Existen diferentes caminos para aumentar el grado de tolerancia a la frustración, generando estabilidad emocional y aumentando el grado de satisfacción, sin embargo, se debe tener en cuenta que este es un proceso que cada persona debe desarrollar por sí misma.


Aquí te dejamos algunos consejos para aprender a manejar la frustración:

1. Establece metas alcanzables: siempre estamos en la búsqueda de ser mejores, pero cuando nos fijamos metas demasiado altas y no se cumplen, nos frustramos. Intenta fijarte metas realistas para mantener la motivación para nuevos desafíos.

2. Sé paciente y comprensivx con tus fracasos: Debemos tener en cuenta que trabajar por algo no significa necesariamente que lo vamos a conseguir. Valora el aprendizaje adquirido durante el camino, más que el resultado.

3. ¡Celebra tus logros!: Muchas veces estamos tan centradxs en el resultado que subestimamos el alcance de los pequeños avances. Celebra cada paso que te acerque a la meta para mantener la motivación, compromiso y seguridad en ti mismx.

4. Toma las críticas y errores en forma constructiva: ¡Todo en la vida se aprende! Muchas veces nos tomamos de forma personal nuestros errores o críticas constructivas de lxs demás, cuando en realidad son oportunidades de mejora.

5. ¡Pide ayuda!: En ocasiones se acumulará el trabajo o el tiempo se hará insuficiente, pero no estás solx. Al pedir ayuda puedes disminuir tu carga laboral y desarrollar la habilidad para trabajar en equipo.

6. Enfócate en la solución más que en el problema: En la vida siempre se presentarán dificultades y es importante analizar por qué se producen, pero siempre teniendo a la vista la búsqueda de una solución. Los problemas no son fracasos, sino oportunidades de aprendizaje.


¡No te juzgues! Experimentar frustración es una reacción natural que todxs hemos vivido. Lo importante es aprender a manejarla para evitar que se apodere de nuestras vidas y nos impida alcanzar las metas que nos fijamos.

Recuerda, ¡eres completamente capaz de lograr todo lo que te propones!

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