En el contexto de la pandemia COVID-19 se hizo necesario replantear la modalidad de trabajo presencial, potenciando el teletrabajo o home office como una forma de suplir la presencialidad en lo laboral en un escenario que nadie podía prever pero que se esperaba fuera algo pasajero o esporádico, mientras se mantuviera la pandemia.
Con el avance de la pandemia, lo que se pensó como una solución "parche" terminó por convertirse en la realidad de miles de personas trabajadoras alrededor del mundo.
Con la disminución de los contagios y las campañas de vacunación, las empresas esperaban retornar a la “normalidad” y re-establecer los puestos de trabajo presenciales, sin embargo, esto no sucedió en todas las organizaciones, ya que en el año 2022 los trabajos remotos atrajeron 2,5 más veces a los postulantes que un trabajo presencial, lo que no muestra signos de querer cesar.
De esta manera, se produjo un fenómeno sin precedentes, que en sus inicios fue denominado como “The Great Resignation" o “La gran renuncia”, debido a que una gran cantidad de colaboradores/as comenzaron a exigir mayor flexibilidad laboral. Producto de este fenómeno, muchas personas renunciaron a sus puestos de trabajo buscando nuevas oportunidades laborales que les permitieran alcanzar un equilibrio entre la vida personal y laboral.
De acuerdo con la encuesta Work Trend Index 2022 de Microsoft, que cubre más de 30 mil personas en 31 países, los principales motivos por las que las personas trabajadoras renunciaron fueron:
Bienestar personal o salud mental (24%)
Equilibrio entre la vida laboral y personal (24%)
Riesgo de contraer COVID-19 (21%)
Falta de confianza o liderazgo en la alta gerencia (21%)
Falta de horarios flexibles o ubicación (21%)
La falta de ascensos o de aumento de remuneraciones ocupó recién el 7° lugar de la lista con un 19%, lo que demostraría el cambio de prioridades de las personas trabajadoras.
Esto se condice con una mayor probabilidad de que las personas consideren cambiar de empleo, donde el 43% de las/os colaboradoras/es actualmente tienen muchas probabilidades de considerar un cambio de empleo en el próximo año. Generacionalmente hablando, el 52% de las/os jóvenes pertenecientes a la Generación Z y Milleanials están considerando dejar su empleador el próximo año, siendo una de sus primeras opciones, la flexibilidad que ofrece el trabajo híbrido o remoto.
En este escenario, los investigadores han preferido abordar este fenómeno adoptando una perspectiva basada en el cambio y la creación de oportunidades, modificando su denominación a “The Great Reshuffle” o “La Gran Re-organización”, en la que las organizaciones deben involucrarse con sus equipos de trabajo para adecuarse a sus preferencias y motivaciones.
En la actualidad, el trabajo no es sólo un medio para satisfacer necesidades básicas o una relación meramente transaccional, sino que conlleva un sentido de realización personal y propósito, que se funda en las motivaciones, intereses y habilidades de las personas trabajadoras.
Entonces, ¿Qué pueden hacer las organizaciones por sus equipos de trabajo?
Dentro de las variables más incidentes encontradas están:
Flexibilidad: Las/os colaboradoras/es prefieren arreglos de trabajo que sean compatibles con su vida personal y tengan en cuenta sus preferencias, como por ejemplo, pactar modalidades de trabajo remoto, híbrido, horarios flexibles, etc.
Promover la comunicación: Genera la oportunidad de que las personas se vinculen, incluso virtualmente, con el fin de mantener un buen clima laboral, sentido de pertenencia con el equipo de trabajo y satisfacción personal.
Ofrecer oportunidades de desarrollo y progreso: Asegurarse de brindar capacitaciones, aprendizajes continuos y/u opciones de tutorías para potenciar sus habilidades. Esto implica un compromiso con las personas que se desenvuelven en la organización por su desarrollo personal y profesional.
Proporcionar beneficios que importen: Si bien los beneficios monetarios son importantes y deben promoverse en la relación laboral, el cambio de prioridades de las/os colaboradoras/es lleva a que las organizaciones también otorguen beneficios vinculados a su bienestar y a dar equilibrio entre lo laboral y la vida personal.
Es necesario mencionar que cuando las organizaciones ya tienen en marcha planes de acción que consideren las variables mencionadas anteriormente, éstas impactan de manera positiva en la decisión de aquellas/os postulantes que desean sumergirse en esta nueva forma de trabajo, generando una mayor atracción que aquellos empleos que no implementan este tipo de cambios.
The Great Reshuffle o la Gran Reorganización es un desafío para las organizaciones de poner a las personas trabajadoras al centro, a trabajar desde el propósito y la satisfacción personal y colectiva.
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